En el mundo de la construcción, el hormigón fluido, y el hormigón en general, es posiblemente, el material más versátil. En este caso en particular, hay numerosas ventajas, como su alto nivel de resistencia y su facilidad de aplicación. Continúa con nosotros para conocer todos los detalles al respecto.
¿Qué es el hormigón fluido?
Se considera hormigón fluido u hormigón fresco, al producto en sí, antes de que pase el tiempo necesario para que se endurezca. La media general para este plazo, es de dos horas. Sin embargo, si hablamos de hormigones de alta resistencia, el tiempo se reduce a una hora, más o menos.
Tengamos en cuenta que factores como el clima, la humedad, ventilación y luz influyen al momento de secarse el cemento. Es por eso que los plazos nunca son del todo precisos.
Por otro lado, hay que aclarar que este tipo de hormigón se fabrica usando una mezcla de cemento, áridos, agua y aditivos. Posteriormente, se debe dosificar y amasar. Es en este punto, luego del amasado, cuando tenemos el hormigón fresco.
Si se quiere definir su consistencia, entran en juego varios elementos, especialmente el agua y el tamaño del componente árido. Mientras más pequeño sea el grano, más fácil será que rellene todos los huecos.
¿Cuáles son sus ventajas?
Pero exactamente ¿Qué tiene de especial el hormigón fluido frente a otros materiales similares?
- Se puede aplicar de forma muy rápida, gracias a una bomba de hormigonado. A su vez, agiliza todo el proceso de construcción.
- Tiene un menor nivel de retracción.
- No amerita mucho tiempo de vibrado.
- Si se usa un molde de geometría compleja, el hormigón llenará con facilidad todos los huecos.
- Cuando fragúa, el hormigón fluido queda sin poros y con una superficie considerablemente lisa, apropiado para muchos acabados.
- Es sorprendentemente duradero y no requiere mantenimiento.
No obstante, hay otras ventajas de las que hablar, y dependen del tipo de aplicación en sí (tres en total). Veámoslas de forma más específica:
Hormigón en masa
- Se puede aplicar sin complicaciones y con pocas personas.
- Disponerlo en el espacio destinado es muy rápido.
- Fácil transporte desde donde se mezcla, hasta donde se utiliza.
- Es de los productos más homogéneos para este tipo de aplicaciones.
Hormigón armado
- Tiene una formulación particular que facilita su emplazamiento junto a la armadura.
- Es considerablemente resistente a la compresión.
- Tiene gran capacidad de tracción, lo que fortalece enormemente a la estructura.
Hormigón pre y potestado
- Se trata de la forma más sencilla, limpia y rápida de construir usando hormigón fluido.
- Conserva la misma capacidad de carga de los casos anteriores, pero ocupa menos espacio.
- Es el más versátil de las tres variantes, puesto que posibilita la personalización, aun estando en la propia obra.
Aplicaciones y usos
El hormigón fluido es un material muy usado en construcción, y esto se debe a que tiene decenas de aplicaciones. Veamos algunas de ellas:
- Rellenar moldajes modulares de gran magnitud, pero que no sean tan gruesos.
- Se suele usar en viviendas modernas, siempre que usen sistemas de moldaje industrial.
- Ocupar rellenos cuyo acceso es engorroso. Por ejemplo, muros finos, pilares, machones…
- Si se busca un alto rendimiento y tiempo relativamente corto de trabajo, se suele usar el hormigón fluido.
- Se usa para elaborar elementos de construcción pretensados, como vigas.
- Fundaciones masivas que requieren una gran descarga de material. Por ejemplo, pilotes y pilas de socalzado.
- En construcciones industriales pesadas, se usa el hormigón para muros exteriores, puesto que no requiere añadidos al acabado.
Composición
La composición del hormigón fluido puede variar, o mejor dicho, debe hacerlo de acuerdo a los requerimientos de la obra. Sin embargo, lo normal es que esté compuesto por agua, cemento, áridos rodados, áridos finos, fluidificantes y aditivos.
Pero la cuestión no es tan sencilla como suena, pues no basta con mezclar todos estos ingredientes al “ojo por ciento”. Una mezcla mal hecha, puede conllevar problemas estructurales graves.
En un principio, se busca equilibrar cuatro propiedades distintas, que serían consistencia, docilidad, homogeneidad y masa específica. La consistencia hace referencia a la capacidad que tiene el hormigón en su estado fluido para deformarse.
La docilidad es el grado de maleabilidad que puede adquirir la mezcla. Es decir, la facilidad con la que se puede trabajar el hormigón. En cuanto a la homogeneidad, es la distribución igualitaria y equitativa de todos los elementos que conforman la mezcla a través de toda su extensión. Lo mejor es que la masa sea siempre lo más homogénea posible.
Pero antes de continuar, también debemos mencionar un factor muy importante, y que puede definir el resultado final. Se trata del llamado “tiempo abierto”, es decir, el plazo que existe entre la labor de amasado y el comienzo del fraguado.
Concretamente, es en el tiempo abierto, cuando el hormigón fluido puede manipularse sin que sus propiedades mermen. De hecho, es durante ese tiempo, que el hormigón está en “estado fluido”.
Sistema de aplicación
¿Recuerdas cuando hablábamos de las ventajas del hormigón fluido, un poco más arriba? Bueno, mencionamos tres tipos de hormigones, teniendo en cuenta su sistema de aplicación. A continuación te explicaremos exactamente en qué se diferencia uno del otro.
- Hormigón en masa: Se aplica dentro de un encofrado al que no se le añade la armadura habitual, porque no hace falta. En este caso, hay bastante resistencia a la compresión.
- Hormigón armado: Es necesario el uso de una armadura inferior, puesto que se necesita una mayor resistencia a la tracción.
- Hormigón pre y postesado: Lo más normal es que este tipo de aplicación se lleve a cabo cuando se quiere anexar un elemento prefabricado. Este método aplica tensión en la armadura. Además, el objeto puede añadirse antes o después del vertido en el molde y el resultado será el mismo.
Dicho esto, existe una serie de pasos que deben seguirse, más o menos al pie de la letra, para la aplicación del hormigón.
- En primer lugar, hay que chequear que el camino dentro de la obra sea apto para que pase el camión o la mezcladora.
- Si se está usando una bomba de hormigonado, lo más recomendable es que esté muy cerca del lugar de aplicación. Esto facilita enormemente el trabajo.
- Asegurarse de que los moldes no tienen ningún tipo de fuga para evitar pérdida de materiales.
- Una vez vertido el hormigón, se tiene que verificar que la cantidad de material es la correcta. Si se aplica menos de la cuenta, la mezcla no podrá mantener el peso de la estructura.
- Es de suma importancia no añadir agua a la mezcla luego de que se haya vaciado. Hacer esto debilitará indudablemente al fluido y, cuando se endurezca, no tendrá la misma capacidad.
¿Por qué elegir hormigón fluido?
Ya hemos hablado en detalle del hormigón fluido y habrás comprendido por qué es uno de los mejores materiales. Su aplicación es sorprendentemente sencilla y ahorra muchos recursos, incluyendo el gasto de mano de obra, pues se puede aplicar por pocos operarios.
Su uso ahorra también mucho tiempo, pues gracias a bombas de hormigonado, solo hay que verter la mezcla allí donde sea necesario. Por último, si se desea usar en muros, puede dejar un acabado rústico/moderno muy llamativo y elegante.